A medida que Korea Zinc profundiza sus esfuerzos para resolver una disputa de gestión con MBK Partners y afrontar los crecientes riesgos geopolíticos, la compañía minera surcoreana ha surgido como un actor destacado en el ámbito del lobby en Washington.
Las empresas surcoreanas han intensificado notablemente sus actividades de lobby en Estados Unidos en un contexto de cambios en las políticas comerciales estadounidenses, amenazas de aranceles y modificaciones en los entornos regulatorios bajo las administraciones de Trump y Biden. Este aumento en las actividades de lobby responde a la necesidad de defender sus inversiones, obtener condiciones preferenciales para su expansión futura y gestionar la incertidumbre relacionada con los aranceles, los controles de exportación y las políticas industriales.
Según la U.S. Lobbying Disclosure Act, el contrato de 500.000 dólares de la empresa con Mercury Public Affairs (MPA) en el primer trimestre de 2025 fue el noveno acuerdo de lobby individual más grande durante ese período.
Desde el regreso de Trump al poder, MPA, una empresa con fuertes vínculos políticos que incluye entre sus filas a miembros clave de la administración Trump, como la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, ha experimentado una rápida expansión. Solo en el primer trimestre, la compañía firmó contratos por un total de 5,2 millones de dólares.
Después de contratar inicialmente a MPA en febrero de 2024, Korea Zinc ha renovado el contrato en cinco ocasiones, triplicando recientemente el pago trimestral original de 250.000 dólares. Según los documentos de MPA, Korea Zinc recibe asesoramiento de la firma en temas relacionados con “minerales críticos, reciclaje y subsidios a la energía limpia”. David Vitter, exsenador y excongresista republicano, y Cheri Bustos, excongresista demócrata, son los principales lobistas a cargo de la cuenta.
De acuerdo con los registros del Congreso, solo otras ocho corporaciones firmaron acuerdos de lobby mayores durante el trimestre, entre ellas el fabricante de chips Qualcomm (680.000 dólares) y Nippon Steel, que está intentando adquirir U.S. Steel (1,7 millones de dólares).
En marzo, Impression Strategy, una nueva firma de lobby, fue contratada por Pedalpoint Holdings, la filial estadounidense de Korea Zinc, mediante un contrato de 40.000 dólares. Entre sus lobistas se encuentra Brad Stewart, un experimentado asistente del Capitolio que fue jefe de gabinete del representante Zach Nunn y es conocido por sus vínculos con la red política de Trump.
Con los minerales críticos en el centro de esta creciente lucha, la creciente presencia de la empresa en Washington coincide con el resurgimiento de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China bajo la presidencia de Trump. En los esfuerzos de Washington por asegurar las cadenas de suministro de estos recursos, Corea del Sur es vista como un aliado clave. De hecho, Corea del Sur presidió durante un año, a partir de julio de 2024, la Minerals Security Partnership (MSP), una iniciativa liderada por EE. UU. para desafiar la hegemonía de China en el mercado mundial de minerales críticos.